Gracias por llegar a mi vida

A veces la vida se nos pasa sin pedir permiso, los días se hacen rápidos y en el trajín del día a día se nos olvida la importancia de agradecer y ser conscientes de lo afortunados que somos al tener personas tan importantes en nuestras vidas.

Por esta razón decidimos escribir este texto, para que hagas un alto en el camino y pienses en un momento en esa persona que te saca una sonrisa siempre al despertar, apenas con darte los buenos días.

Léelo detenidamente y poco a poco el nombre de esa persona saldrá en tu mente sin pensarlo:

Hola,

Desde el momento en que te vi supe que todo sería diferente, y así fue, mis días cambiaron, sonreía un poco más y mi corazón se aceleraba solo de pensar en ti. Si, es verdad, has puesto mi vida un poco de cabezas, pero que afortunada me siento de que así fuera.

Al conocerte, me diste una inyección de energía y adrenalina que me inspiró a ver la vida de otra manera, a contemplar las cosas simples de la vida y allí me di cuenta de que no quería perderte.

Es verdad que al principio tuve miedo, no quería enamorarme, me daba miedo el ser lastimada; pero pronto me di cuenta que este no sería el caso, pues ya había encontrado la persona que siempre había imaginado. Eres un sueño en mi realidad.

Y allí me solté, dejé que me envolvieras en tu remolino de ternura y pasión, llenando de felicidad cada uno de los momentos que he compartido a tu lado, pues mi corazón se alegra de poderte abrazar y decirte cuanto te amo.

Gracias por acompañarme en cada momento, por sostener mi mano, por abrazarme, por reír conmigo; y también por estar en silencio cuando solo quería tu compañía.

Gracias por estar allí en cada nueva experiencia, congelando el tiempo con tu sonrisa o esa mirada profunda; por hacer los días tan especiales y siempre amarme de esa forma, que haces que sienta que me abraza el alma.

Gracias por ser mi primer pensamiento del día y el último en la noche, y llenar mis días de tanto cariño y amor profundo.

Gracias por creer en mí, y estar allí siempre para apoyarme, porque no intentas cambiarme, porque me aceptas así; con todos mis defectos y en vez de criticarme me motivas a ser una mejor versión de mi misma. Tú me complementas.

Para mi, llegaste en el momento exacto y aún me siento caminar sobre nubes de algodón; como si nuestros caminos hubieran estado predestinados y como si la vida nos dijera que las cosas son mejores si andamos por la calle tomados de la mano.

Gracias por hacerme sentir esas mariposas en el estómago, por iluminar mi vida y poder reflejar mis ojos ante los tuyos, antes de rozar tus labios con los míos; haces que no quiera ir nunca, pues ahora mi lugar favorito es entre tus brazos.

Gracias por enseñarme a hablar sin palabras, por despertar el fuego en mi mirada, por hacerme sentir única; por espantar mis miedos y dejarme soñar tan alto como si volara.

Ni Siquiera es necesario pronunciar las palabras “estaremos juntos siempre” para saber que de igual manera, seguirás allí a mi lado, incondicional.

Me gusta lo nuestro porque no es perfecto, porque está lleno de retos y porque es real y hermoso. Por que no hace falta jurar o comprometer, porque sabes estar sin poseer, amar sin amarrar y brillar sin opacar.

Gracias te doy a ti y a la vida misma, por permitirme ser tan feliz a tu lado, pues mis suspiros llevan tu nombre y en mi mente solo puedo repetir una y otra vez cuanto te amo.

Gracias por llegar a mi vida.